Quien te ama, no te lastima

Nos cegamos por amor, muchas veces siendo incapaces de ver los fallos de nuestra pareja, justificándole y perdonándole una y otra vez. 

Pero quien nos lastima no nos ama. Si una persona te ama de verdad, no te hará daño alguno. Si te lastima no te aferres a ella, reivindica tu derecho a la felicidad, al amor verdadero, y déjale, que quien te daña no sabe valorarte y no te merece.

El amor no es una venda, es verdad y confianza

Las rupturas de pareja muy a menudo son inevitables. Unas veces, el amor muere sin razón: simplemente era un viajero que decidió acompañarnos por un tiempo y después de cumplir su labor, se despide de nosotr@s. Pero en otras oportunidades, el amor no muere, es nuestro amad@ quien impiadosamente lo asesina con cada grito, indiferencia y acción que nos lastima…
El dolor se hospeda en nuestro corazón y con el pasar de los días, el amor agoniza en nuestros brazos sin que nosotr@s podamos hacer nada por verle respirar de nuevo. Impotentes, nos quedamos en el suelo contemplando lo que alguna vez fue esplendor y hoy nos llena de tristezas, pero después de tantas lágrimas, nuestros ojos por fin se lavan y podemos ver la realidad. Al fin, después de que el agua mojara nuestra alma, hemos despertado de ese vano sueño que nos hacia dormir placenteramente en medio de las pesadillas. 

Nuestro amor era tan grande que solíamos olvidarnos de lo que alguna vez quisimos para nosotr@s mism@s. Siempre le perdonábamos y justificábamos todo, pero ahora notamos todos esos errores que antes, por el encantamiento del amor, minimizábamos: sus faltas de atención y detalles, sus malos humores que “descargaba” con nosotr@s, sus silencios, sus palabras necias… En definitiva, ése ya no era el ser del cual nos enamoramos, alguien nos lo había cambiado sin previo aviso… Ahora, ¿qué hacemos nosotr@s? ¿Por qué permanecer al lado de quien nunca amamos? ¿Por qué estar con quien solo nos regala decepciones? 

Merecemos más que a un o una mentirosa en nuestras vidas

No se trata de que busquemos culpables por lo que ya pasó. De lo que se trata es de buscar alternativas para sanar un corazón que ha sido desgarrado por la tristeza de un mal amor. No te aferres a una persona que no existe, no hay segundas oportunidades para seres moneda: nos muestran su cara para enamorarnos y tenernos con ellos; pero cuando sienten que estamos “segur@s” en sus vidas, nos muestran su sello y nos convierten en basuras que pueden tratar como se les antoje. 

¡No! ¡Nosotr@s merecemos más! Y así amemos a alguien o lo que algún día fue de él, así tengamos ese fuerte sentimiento palpitando en nuestro pecho, no acabemos con nuestra dignidad, siempre habrá fuerza para decir: “¡sin ti mi vida es mejor!” No esperemos un cambio de quien nunca va a hacerlo. Quienes deben cambiar somos nosotr@s mism@s y debemos empezar por sacar de nuestro mundo a quien sólo nos ocasiona llanto. 

El amor verdadero jamás daña, ¿por qué crees que ese desgraciado ser te lastimó? No fue porque te amaba, sino porque nunca lo hizo. Aun es tiempo de recuperarnos a nosotr@s mism@s, ¿crees que eres valios@? ¿Sí? ¡Entonces demuéstralo! 

Ámate, tú mism@ eres el inicio de un amor verdadero. 

Con el alma llena de amor...
© Lluvia 

Foto Créditos: Foto 1, Foto 2