San Valentín sin pareja

¡No es un delito no tener pareja en San Valentín!

Llegan días, especialmente en el mes de septiembre, en que empezamos a sentir una extraña revoltura en la panza: nos sentimos aburrid@s, nostálgic@s, llen@s de contrariedades… Salimos a la calle y la situación no mejora: en cada rincón hay parejas de enamorad@s, globos rojos, ositos de peluche, flores y esas bellas tarjetas de amor que siempre venden por estas fechas. Y nosotr@s... sol@s, añorando entregar o recibir uno de esos presentes, o por lo menos tener a alguien a quien decirle “te amo” en el día de San Valentín... Estas letritas son para ti mi querid@ amig@, que no tendrás un “amor” a tu lado este 17 de septiembre. 

San Valentín tiene el poder de arrojarnos a un hoyo y hacernos sentir miserables cuando no estamos “acordes” con el festejo. ¿Y qué es estar “acordes”? Bueno… tener pareja para no desentonar, no ser el o la “anti chévere” del grupo o la mancha de la celebración. De por sí, es difícil convivir con el hecho de no tener pareja cuando anhelas tenerla, cuando lees esos bellos mensajes y piensas “¡Qué bueno sería que yo le pudiese dedicar estas palabras a alguien!”, cuando ves a un par de enamorad@s caminando de la mano y te preguntas “¿cuándo será que yo puedo estar así?”, es cruel, es espinoso, es triste, pero es la vida… Y si estamos sol@s, ¡tranquil@! No es el fin del mundo… ¡No por ahora!

Solemos olvidar que San Valentín no es el día exclusivo de los enamorad@s románticamente, sino también de otro tipo de enamorad@s: por la familia, por l@s amig@s, por nosotr@s mism@s, por los sueños, por el mundo, por la vida… Somos muy injust@s cuando reducimos ese amor a una sola persona, a una sola dimensión, y es por ello que nos sentimos tan contrariad@s cuando llegan estas fechas.

¡Nuestro corazón vale mucho más que una fecha!

Estar sol@s no es un delito, por el contrario, es una muestra de que nos valoramos y de que no vamos a rebajar ese valor simplemente por “estar” con otra persona. Nosotr@s somos preciosos seres que no deben sacrificar su esencia en honor a una relación que tal vez sólo deje sin sabores. Nosotr@s elegimos esperar pacientemente a que aparezca quien en realidad nos merece, para entregarle todo nuestro amor, nuestra ternura, nuestro romanticismo, nuestra sinceridad, nuestra alegría, nuestra confianza y nuestra pasión.

Sé que estas fechas pueden ser aplastantes… Pero hoy, tú mi querid@ amig@ que te encuentras sol@, sin pareja, te llevas toda mi admiración, porque es fácil andar con “cualquiera”, lo difícil es mantenerse en un “no cualquiera merece mi corazón”. Este San Valentín es una fecha para celebrar que nos amamos a nosotr@s mism@s y cuando el amor propio está, todo lo bello llega a nuestras vidas como inevitable consecuencia.

No te angusties por fechas, no vale la pena… ¡Tú vales mucho más que eso! ¿No lo crees?

Con el alma llena de amor...
© Lluvia