Si los recuerdos fueran físicos, si se fueran con las fotografías, las cartas y los mensajes que quemamos o desechamos… ¡todo sería tan diferente! Pero lamentablemente
no podemos tocar nuestros recuerdos,
sólo podemos acariciarles con nuestro corazón cada vez que un ataque furtivo de nostalgia se apodera de nuestra vida.
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No es imposible recordar sin dolor |
No somos nosotr@s...
¡Son los recuerdos! Aquellos que nos vuelven a sumergir en el pasado y que nos tele transportan a aquellos gratos instantes que hoy son espinas para nuestro pecho
. ¡Es tan frustrante y decepcionante que guardes como bello lo que luego se convirtió en una pesadilla! Nos llenamos de rabia al saber que a pesar de todas las agonías que debimos soportar, a pesar de cada caída y cada desprecio, a pesar de cada acto que nos ocasionaba una herida,
nosotr@s seguimos albergando añoranzas de amor por aquella persona que ya no está con nosotr@s.
Pero el amor no es de razones… Los recuerdos tampoco son de razones… Incluso, hay oportunidades en las que recordamos cosas, hechos y personas, desconociendo el por qué… Ya no busques más “por qués”, a veces ello es agotante e infructífero
. Nosotr@s sabemos lo que está pasando, el problema es que no lo asumimos por querer escapar de aquello que aún nos envuelve. Pero
¡sorpresa! ¡No hay escapatoria! A menos, eso sí, que tú me cuentes l
a mejor forma de escapar de tu propio corazón.
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Debemos limpiar nuestra alma de quien no sirve |
Los recuerdos no están afuera, están dentro de nosotr@s:
de nada nos sirve alejarnos de nuestra ex pareja cien mil kilómetros cuando ella sigue tan pegadita a nuestra alma;
de nada sirve romper fotografías cuando le vemos en cada esquina;
de nada sirve eliminar mensajes cuando no podemos olvidar todas y cada una de las palabras que algún día nos regaló aquel ser cuando nos amaba… Por ello
, si deseamos recordar sin dolor,
ninguna solución externa nos sirve, ni siquiera la escapatoria, porque tarde o temprano los fantasmas de nuestro pasado nos alcanzarán. Lo único que podemos hacer es vivir lo que aún sentimos y seguir adelante, esperando a que
el tiempo nos ayude a sanar lo que nosotr@s, sol@s, no hemos podido.
No es fácil abandonar las memorias que aún nos alimentan, ello es como si nosotr@s nos muriéramos con ellas. Sin embargo, debemos dejar de anhelar todo aquello que el otoño se llevó.
Debemos dejar de alimentarnos de platillos que ya caducaron. No nos sentemos mil y un veces a leer periódicos de ayer:
¡no podemos vivir en el pasado! ¡No debemos esclavizarnos a quien ya se olvidó de nosotr@s! ¡No merecemos vivir a “medias” en espera de lo que no va a suceder!
Porque recuerda que el hecho de que sea difícil escapar de los recuerdos de aquel ser que alguna vez amaste,
no significa que sea imposible: ¡Tú puedes seguir adelante! ¡Tú puedes abandonar todo aquello que sólo te llena de tristezas! ¡Tú debes alimentarte de nuevos sabores de vida! ¡Date la oportunidad de vivir de algo más que recuerdos!
Con el alma llena de amor...
© Lluvia
Foto Créditos: Foto 1 Y un especial reconocimiento a nuestra querida amiga Mar por su colaboración con nuestra imagen del amanecer del día.
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