¡Siempre he sido así y no voy a cambiar!

“No pienso cambiar, siempre he sido así, y así se me debe querer. Si no te gusta, te aguantas”.

Debemos aceptarnos un@s a otr@s tal como somos, no podemos pretender cambiar a l@s demás… pero podemos cambiarnos nosotr@s mism@s y debemos. No somos piedras inmóviles, somos seres humanos que tienen capacidad de aprendizaje y de maduración. Si nos lo proponemos, siempre podemos cambiar y mejorar.

Cada día podemos ser mejores seres humanos

Muchas personas suelen insistir en el error y aceptan como normal algo que no lo es. Pareciese que a veces nos quisiéramos convertir en piedras: inamovibles, pesadas, con pocos sentimientos de vida y de cambio… Pero quien no cambia y no evoluciona, ¡muere! ¿Acaso deseas morirte en vida?

Partimos de un desconocimiento generalizado de quienes somos: no sabemos lo que nos gusta, lo que nos roba sonrisas y mucho menos lo que nos hace felices. Sin embargo, creemos que todo está bien y que no hay ninguna razón para cambiar nuestra forma de existir –más bien subsistir-. Y lo más “cumbre” del asunto es que osamos rechazar las críticas constructivas y no escuchamos a quienes con mayor asertividad ven lo que nos sucede. Nos blindamos en un tanque de guerra que no necesitamos para simular que somos perfect@s y que no cometemos errores, y para cerrar con broche de oro, con tono altivo nos atrevemos a decir “es que yo siempre he sido así y no voy a cambiar”.

Vaya obstinadas piedras las que somos… Con ello lo que decimos es algo como: “siempre he sido un ser llen de defectos y dificultades las cuales no me importan, porque como sea he vivido y aún respiro, nunca he querido mejorar así que no recibiré bien ninguna recomendación que me puedas hacer.” ¡Bravo! ¡Qué gran show de incompetencia y conformismo el que brindamos! ¡Bravo! ¡Ello es digno de un premio de actuación! Porque muy en el fondo, nosotr@s sabemos que debemos cambiar esas actitudes que sólo nos han ocasionado daños.

Hemos venido a avanzar, no a retroceder sin remedio alguno

¿Para qué mantener una fachada engañosa? ¿No prefieres ser una persona maravillosa entre defectos que deseas corregir? ¿Por qué insistes en tapar el sol con un dedo? Mirémoslo de esta forma: Si nosotr@s nos quedamos como piedras no podremos enriquecer nuestras vidas y ser felices, sino que estaremos eternamente ligadas a los mismos sentimientos y acciones: siempre seremos gruñon@s, siempre estaremos asustad@s, siempre buscaremos a aquellos hombres y mujeres que no nos hacen bien, siempre nos conformaremos con menos… Siempre, siempre y siempre seremos miserables. 

No sigamos repitiendo las mismas historias, ¿no crees que es aburrido ver la misma película 80 veces? Entonces, ¿por qué permites que tu vida sea la reiteración de acontecimientos de los cuales no aprendiste? Tú te mereces algo mejor, abandona ese “siempre he sido así y no voy a cambiar”, reemplázalo por un “siempre quiero lo mejor para mí y no escatimo en gastos para encontrar mi felicidad”. Deja de ser una piedra, busca ser flexible y abre las puertas de tu alma al amor por l@s demás y por ti mism@.

Con el alma llena de amor...
© Lluvia