En un tiempo podemos sentir que en nuestra vida todo es complicado y que a veces la palabra felicidad es un absurdo que algun@s soñador@s se han inventado para “chicanearle” al resto del planeta. Es como si en las oscuras noches,
sólo nos detuviéramos a ver la luna, sin mirar las preciosas estrellas que le acompañan, que le dan luz, que le brindan compañía… Como si el sol no estuviese al otro lado de la oscuridad para llenarle de calor y esperanza.
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Busquemos razones para vivir felices y no para vivir tristes |
Como siempre lo hemos dicho, es muy fácil
“ver los toros desde la barrera”, y es otro el asunto cuando somos nosotr@s quienes estamos en la arena en la que caemos mil y un veces
por las mismas situaciones, por los mismos dolores, por las mismas tristezas, por los mismos recuerdos… Nos llenamos la vida de
estorbos mentales y cuando menos lo pensamos,
hemos encontrado más razones para vivir opac@s que para vivir radiantes, agadecid@s por las bendiciones que nos llegan a diario y dejamos pasar gracias a nuestros altos grados de miopía.
Uno de nuestros mayores errores es esperar a que “todo sea perfecto”, porque…
¡Despierta! ¡La perfección no existe! Ése es un mito medieval que hemos grabado en nuestra cabeza para alimentar
nuestro ego y nuestro perfeccionismo negativo –me refiero a ese perfeccionismo que nos carcome y nos convierte en máquinas que creen que nadie hace nada bien, excepto nosotr@s mism@s- Nuestra vida jamás será perfecta
, pero puede ser feliz, llena de amor y fortaleza para aprender de cada acontecimiento, sentimiento, pensamiento o acción que protagonicemos.
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¡Debemos adueñarnos de nuestra vida y elegir! |
Si sigues esperando a que las cosas maravillosas lleguen a tu puerta y luego llamen por ti…
¡Espera sentad@! Porque más temprano que tarde tus piernas serán un carnaval de venas varices. Deja la pereza, deja el desánimo,
¡decídete a vivir y sal a luchar por lo que quieres! No sea que en unos años empieces a vivir de crisis en crisis a causa de tu retardada forma de vivir.
Nada se nos dará si seguimos “guardadit@s” en el armario del miedo,
nosotr@s debemos salir a buscar nuestras vidas, nuestras alegrías, nuestras tristezas, para que sean nuestras y no de aquel vendaval que les ha dejado a la vera de nuestro camino.
Corre, grita, siente, ama, confía, desconfía, ilusiónate, desilusiónate, ríe, llora, enfádate, alégrate, añora, indígnate, asómbrate, encaríñate, apénate, entusiásmate, serénate, espántate, pero…
¡Vive! Que tu vida se edifique a base de experiencias y no se derrumbe a punta de perezas... ¡El tiempo es propicio! ¡Es hora de empezar! ¡Es momento de ser felices!
Con el alma llena de amor...
© Lluvia
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