jueves, septiembre 01, 2011
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dolor, traición, infidelidad, mentira
No debemos traicionar a quien nos ama...
Alguna vez hemos escuchado aquella terrible frase que asevera que la carne es débil. Tanto, que ya hemos naturalizado el hecho de pensar que el cuerpo domina a la mente y que no somos más que animales que se dejan llevar por sus instintos cuando la oportunidad es propicia para ello. “La carne es débil” ¿ahh si? ¿Qué tal si te esfuerzas un poco más por dar una mentira medianamente creíble? No te sub estimes tanto ni sub estimes a l@s demás, si eres infiel por lo menos procura no ser mentiros@…

Mis querid@s amig@s, existen excusas patéticas para la infidelidad y esta. No me imagino quien sería el “sabio” que salió con tremendo “chorro de babas” para justificar sus deslices, sus deslealtades, su falta de compromiso y amor. Hoy vamos a desmitificar esta frase en el aspecto de la fidelidad amorosa, porque cuando el corazón es maduro y ha decidido latir por otro, no se debilita ante nada. Por el contrario, se llena de fuerza para darle suspiros a aquel ser que le ha regalado la oportunidad de abrazarle.


EL POR QUÉ “LA CARNE ES DÉBIL” NO ES UNA BUENA IDEA…

dolor, traición, infidelidad, mentira
¡Tú corazón es más que "carne"!
En primer lugar, cabe decir que las infidelidades no tienen justificación alguna, ya que lo que haces con ello es pisotear el amor que alguien te ha entregado. Y en segundo lugar, cuando dices que “la carne es débil” también añades en silencio una segunda parte a esa frase: “mi amor por ti no es lo suficientemente grande como para evitar la tentación”. En este punto del camino ya le hemos dejado en claro a la otra persona que jamás ha sido lo suficientemente importante para nosotr@s como para que dejemos de lado aquellas cosas que satisfacen nuestro ego, y no content@s con ello, le añadimos a nuestra frente un letrero que dice “soy un o una perfecta idiota que ni siquiera es capaz de armar su propio teatrito”.

¡Sí! La carne es débil desde lo corpóreo: un cambio de clima nos produce estornudos, un golpecillo nos deja un inmenso moretón, una pequeña cortada hace que casi nos desangremos… Empero, todo ello son sólo señales biológicas, el problema llega cuando queremos meter a nuestro espíritu en esa colada de condimentos básicos: ¿cómo vamos a llamar carne a algo que es intangible? Podemos ser muy poétic@s si lo deseamos, pero de forma palpable no podremos tocar el alma, he aquí una diferencia primordial: el cuerpo está aquí, pero el espíritu… ¿en dónde? ¿Crees que es gratuito que digamos cosas como “estaba en otro planeta”?

Somos más que carne, es más, la carne sólo recubre una maravillosa esencia que es superior a ella, razón por la cual es incomprensible que existan tantos “trogloditas” buscando regresar a la época de la caverna con este tipo de “cuentos chinos”. ¿A quién quieres mentirle? Tú carne no es débil, es tu corazón el que flaquea y te convierte en una piltrafa que borra con el codo lo que hizo con la mano, una piltrafa que sólo sabe traicionar y herir a quien le ama sinceramente, ¡Muy bonito! ¿Eh? Haciendo lo que odiarías que te hicieran...

Sólo recuerda que la infidelidad no sólo le causa dolor a la persona que dices amar, sino también a ti mism@, porque has traicionado lo más valioso que un ser humano posee: el amor.
¡Feliz inicio de septiembre mis amores! Que una lluvia de amor, éxitos, bienaventuranzas y alegrías l@s inunde.
Con el alma llena de amor...
 © Lluvia
dolor, traición, infidelidad, mentira

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