Nadie cuidará tu cuerpo como quien te ama

Debemos amar y repetar nuestro cuerpo

El cuerpo, ese pedacito de mundo con el que a veces nos sentimos tan inconformes por vanas tonterías, aquel que es nuestro resguardo y nos guía cuando sentimos que estamos hech@s de arena, es una de las más maravillosas creaciones del universo: ¡hay tanto y tan perfecto! Que cuesta trabajo no asombrarse con nuestros ojos, nuestras manos, nuestro vientre, nuestros sentidos… Lastimosamente y a pesar de ello, muchas personas no le valoran como debiera ser y le entregan aquel precioso mundo a quien no lo merece, a quien no las ama y tampoco aman...
Hace unos días, hablaba con un hombre que aseveraba: “yo no salgo con una mujer si no es porque me quiero acostar con ella, ¿para qué más vas a salir con alguien que te atrae físicamente?”. Después de regresar de la enorme pena que me causó un comentario tan vacio, le respondí: “nadie cuidará tu cuerpo como quien te ama”. Y ello es así de simple como saber que si nosotr@s no amamos nuestro cuerpo y no le hacemos respetar, nadie lo hará. 

¡Nuestro cuerpo es un templo! 

¡No te niegues el placer de sentirte amad@!

Y no seamos tan burd@s de hablar de cosas como “¿y a qué horas abre?” y ese tipo de cosas que las personas se inventan para saltarse el verdadero sentido de esta frase. Debemos ser sensat@s en algo, nuestro cuerpo hace parte de nuestro espíritu: si tenemos baja autoestima, en él se refleja; si nos sentimos tristes, en él se refleja; si nos sentimos alegres, en él se refleja… Nuestro cuerpo resume la grandeza del mundo manifestado en ríos de materialidad, ¿por qué querríamos dañarle? ¿Acaso se nos olvida que si le flagelamos nos vamos matando lentamente? ¿De casualidad hemos olvidado que es el templo del alma? 

¡Ámate! ¡El amor vale la pena!

Nuestro cuerpo merece respeto. Nadie nos puede decir que aquel o aquella desconocida que conocimos va a valorar nuestro cuerpo como aquel ser que nos ama, porque sencillamente ¿qué tiene para amar es@ desconocid@? ¿A alguien que acaba de conocer? No lo creo… esa persona sólo se dedica a complacer sus más bajos instintos y a autosatisfacerse sin importar a costa de qué o de quién. Pero quien te ama, quien anhela estar contigo y piensa que eres un sueño hecho realidad no hará lo mismo, puesto que él o ella no sólo desean placer, sino amor. Un amor que quieren compartir contigo, un amor en el cual construir universos de colores en dónde sólo hay espacio para el respeto y la comprensión, un amor que por añadidura regala placer: ¡El placer de sentirte amad@! 

En otras oportunidades hemos dicho que no es lo mismo tener sexo que hacer el amor. Pues bien, hoy lo reafirmamos, porque quien no entrega su cuerpo por amor, entonces lo hace para masturbarse, ¡Sí! Para masturbarse con otro cuerpo que también procura auto complacerse ¿qué eso no es masturbación? 

No seas tan egoísta con l@s demás y contig@ mism@, tu cuerpo no es un objeto. El amor vale más que un instante de placer y antes de dar acceso a otra persona a tu maravilloso templo, piensa ¿cuidaría de mí como lo haría quien me ama? 

Con mucho respeto y amor...
 © Lluvia 

Foto Créditos: Foto 1, Foto 3 Y un especial reconocimiento a nuestra querida amiga Mar por su colaboración con nuestra imagen del amanecer del día.