También hay que dejar ir las glorias pasadas

El pasado es pasado, en todos los casos para nuestro bien: si fue doloroso, porque podemos dejar ir el dolor; si fue gratificante, porque podemos escribir nuevos capítulos llenos de mayor satisfacción para nosotr@s. Siempre decimos que hay que dejar ir las heridas, pues bien, las glorias pasadas también debemos dejarlas ir.

No podemos ser fantasmas ni sueños...

Hay personas que viven incesantemente repitiendo lo que lograron en el pasado: parecen discos rayados que repiten sin césar la misma historia que les hizo sentirse realizad@s, se han concentrado tanto en lo que alguna vez hicieron, que olvidaron que en su presente y en su futuro pueden ser aún mejores.

Esto suele suceder cuando vemos la vida como una especie de curso: aprobamos las asignaturas y creemos que todo ya está hecho y no hay nada más qué hacer, sin recordar que podemos realizar otro tipo de estudios y podemos seguir evolucionando… Nos detenemos por voluntad propia, por miedo, por pereza, incluso por cansancio, por lo que sea, pero terminamos por detenernos…

¿Para qué seguir gateando cuando puedes correr?

¡Somos nuestro presente! ¡Ni más ni menos!

No podemos vivir de lo que fue, no podemos ser fantasmas ni sueños. Si tuvimos una hermosa época en nuestras vidas es menester que le preservemos en el baúl de los bellos recuerdos para evocarle en algún momento en el que simplemente sintamos el deseo de hacerlo. Pero recordar no implica bajo ninguna circunstancia vivir de lo pasado, tampoco darle un podio en nuestro presente a lo que se nos escapó como el agua entre los dedos.

Es como si intentásemos atrapar el viento en una caja de cristal… Cuando nos aferramos a nuestras glorias pasadas nos movemos a los terrenos de la inacción, a los terrenos del “no hay más que descubrir, no hay más por vivir”, ¿quieres eso para ti?

Eres lo que tienes aquí y ahora, no lo que fuiste ni lo que creas que puedes llegar a ser. Todo el mundo sabe vana gloriarse de su pasado, ¿pero quién puede destacar con orgullo su presente?

Tú eres más que un verbo o un acontecimiento que se conjuga en pasado, eres un ser humano que merece descubrir nuevos mundos y por nada ni nadie quedarse inmóvil, es hora de dejar ir lo que ya no está y darle a nuestro presente el lugar que en realidad merece.

Con amor elevado al infinito...
© Lluvia