Perdonar es un acto de reconciliación con nosotr@s mism@s

Alguna vez hemos sido herid@s, con o sin intensiones, nuestro corazón ha sufrido los embates de la traición, la decepción, el dolor, la ira, la tristeza y tantas cosas que se nos pueden pasar por el alma cuando sentimos nuestra confianza defraudada. Pero el rencor no es la única opción: como seres humanos valiosos que somos, hemos de aprender a perdonar para alcanzar nuestra paz interior.

El perdón nos permite vivir en paz con el mundo.

Lastimaron nuestro corazón.

Es triste sentir que has dado sólo amor y que ello ha sido correspondido con un golpe de quien menos lo esperabas. Sientes mucha rabia y eso es muy normal, el dolor hace que a veces te sientas como tont@ y que veas a la otra persona como un ser cruel y despiadad@, puede que así sea, pero por amor a nosotr@s mism@s no hemos de encasillarnos ni encasillar a nadie en ninguno de esos lugares.

Podemos ser doblemente lastimad@s por el rencor.
Está bien, aquel infortunado episodio sucedió y por un tiempo vas a sufrir los estragos de aquella decepción, pero llega un momento en el que le debes poner punto final a la historia para no seguir siendo dañad@: primero te lastimaron y luego tú te sigues dando golpes en el alma cada vez que el rencor te invade, cada vez que la rabia actúa por ti, cada vez que te vuelves a sumergir en el pasado, cada vez que crees que no puedes perdonar.

¡Reconcíliate contigo mism@!

¡Podemos perdonar!
Si seguimos con una actitud de odio, a las únicas personas a las que le haremos daño es a nosotr@s mism@s. Es claro que debemos vivir nuestro dolor, pero después de este, debemos buscar la paz, debemos aprender a perdonar. No importa si tú crees que lo que te hicieron tiene perdón o no, hay una razón más poderosa para perdonar: la de limpiar nuestro corazón de toda maldad, de toda espina, de todo dolor y eso es algo que sólo se logra perdonando.

Perdonar es hacer un pacto de armonía con nuestra vida. Esto es algo que se logra poniéndolo en práctica, no hay otra manera de alcanzarle. El perdón no sólo es un acto de reconciliación con l@s demás, sino también con nosotr@s mism@s porque por medio de él renunciamos a seguir odiando, a seguir haciéndonos daño y le abrimos un espacio a las cosas maravillosas de la vida. Reconciliémonos con nosotr@s mism@s, ¡aún estamos a tiempo! 

Con infinito amor...
© Lluvia 

Foto Créditos: Foto 1, Foto 2 y Foto 3