miércoles, marzo 06, 2013
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El perdón libera, pero sobre todo, nos libera. Perdonar es cortar con las relaciones negativas que nos sujetan a situaciones, recuerdos o personas que no nos hacen ni nos han hecho bien. Si nos mantenemos en forma en el arte del perdón, nos será más fácil perdonar y alivianar las cargas que podemos llevar a cuestas.
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El perdón siempre esclarece el camino.
El rencor nos destruye: ¡Se nota en nuestro cuerpo!
Ya sabemos que el rencor no es bueno y termina con nuestra buena relación con nosotr@s mism@s y quienes nos rodean. Pero lo que tal vez no tengamos presente, es que la rabia, el enfado y el resentimiento, dañan nuestro cuerpo: nos causan estrés, alta tensión, problemas de corazón y hasta cáncer. Se ha comprobado que nuestro cuerpo reacciona a nuestro estado mental, y si un bajón de ánimos reduce nuestras defensas, ¿qué pasará con nuestros cuerpos si albergamos grandes cantidades de rencor?

Perdonar no nos convierte en personas sin determinación.
Se tiene la falsa creencia de que perdonar es un acto de debilidad: no es cierto. Hay debilidad si vuelves a caer en una situación nociva; pero el perdón es un acto de franca fortaleza e inquebrantable disciplina: no cualquiera tiene la valentía de desatar sus miedos y simplemente dejar atrás lo que no le sirve para avanzar.

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No perdonar, es dañarnos a nosotr@s mism@s.
¡El perdón te mantiene libre!
Por si no lo has notado, el rencor crea ataduras a todo lo negativo de tu pasado; dicho de otra manera: resucitas tus malos recuerdos a granel, puesto que el rencor es una forma de retener lo que nos duele: ¿no es mejor ser libres? ¿No crees que sería más benéfico pasar esa página de dolor y liberar a nuestro cuerpo y a nuestro espíritu?

¡El perdón es un proceso que siempre podemos alcanzar!
Tal vez nos llevemos tiempo en perdonar, tal vez podamos perdonar ahora, todo depende de nuestro sentir. Pero el perdón siempre debe llegar para sanar nuestras vidas, porque desde el mismo momento en el que empezamos a dejar ir, nos sentimos mejor así no lo notemos en el instante.

¿Estás list@ para liberarte?
Tú decides el cuándo, tú resuelves el por qué, tú eliges el cómo, ¡libérate! No te amarres a nada, menos a sentimientos negativos, ten la plena aceptación y conciencia de que mereces vivir libre, vivir en el camino del perdón. No revivas el pasado, construye tu futuro con la grandeza de un corazón noble.

Con toneladas de amor...
© Lluvia 
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Foto Créditos: Foto 1 y Foto 2

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