jueves, noviembre 10, 2011
0
Debemos cuidar de nuestro corazón. Ya deja de permitir que éste sea un juego para un par de almas caprichosas que sólo saben dañar todo lo que tocan. Nosotr@s tenemos la responsabilidad de pintar una sonrisa en nuestros labios en lugar de seguir dándonos golpes contra las paredes del pasado.
dolor, pasado, nostalgia, no puedo olvidar
No debemos hundirnos en los inexistentes mares de los recuerdos
El pasado suele convertírsenos en un laberinto que nos clava un ancla en el cuello. Intentamos salir, pero al poco tiempo se nos olvida el sabor de la lucha y volvemos a perdernos en nuestro inmenso laberinto de recuerdos dolorosos. ¡Y ya no más! Los recuerdos no se hicieron para hundirnos sino para ayudarnos a flotar. Somos nosotr@s quienes siguen eligiendo el camino fácil en lugar de aceptar que tenemos un problema y que necesitamos ponerle solución para que nuestra alma no se vuelva a arrugar de tristeza.

Cuando nos cortamos, nos raspamos o nos lastimamos una parte de nuestro cuerpo, corremos a sanarle. ¿Por qué no hacemos lo mismo con nuestros corazones? ¿Por qué en lugar de esperar a que la herida siga creciendo no le sanamos con amor? ¿Por qué? ¿Por qué? Solemos ser inmensamente masoquistas, y aunque no disfrutamos del dolor del alma, nos apegamos a él como si fuese el aire que respiramos. Contradictorio, contradictorio y mil veces contradictorio…

El corazón también necesita de nuestras curaciones. Obviamente que jamás lo lograremos si seguimos infectando la herida con actitudes derrotistas, apegos, miedos y recuerdos tristes. No. Es como sí quisieras curar una cortada echándole tierra: se infectará y dolerá mucho más, y luego, cuando quieras sanarle de verdad, todo será más difícil.

dolor, pasado, nostalgia, no puedo olvidar
A pesar de todo, aún puedes tener un nuevo amanecer en tu alma
El pasado no se puede cambiar por mucho que queramos vivir en él. Así que no vale la pena que nos sigamos dañando el alma con un montón de cosas que jamás serán. Nos lastimaron, ¡Sí! Pero no por ello vamos a seguir revolcándonos en las mismas miserias. ¿Qué quieres? ¿Que aparte de que nos hicieron daño en el pasado nos lo sigan haciendo ahora? ¿Te parece justo? ¿Crees que vas a lograr mucho con ello?

El pasado puede ser un laberinto, pero recuerda que los laberintos siempre tendrán una salida. Una salida que será la que tú elijas, pero que no podrás encontrarla si sigues mirando las paredes de los ingratos recuerdos. Debes decidir por ti, por tu felicidad, por tu vida… En el pasado alguien eligió lastimarte, pero ahora tú tienes el poder de elegir, ¡Sí! Tienes la potestad para prohibir que ese episodio gris de tu camino siga decidiendo en tu existencia.

¡Tú puedes! Y no digas que no, porque tú y yo sabemos que eso es mentira… ¡Abandona el laberinto del dolor! Tú bien conoces la salida.

Con inmenso amor...
© Lluvia 
dolor, pasado, nostalgia, no puedo olvidar
Foto Créditos: Foto 1 y 2

0 comentarios:

Publicar un comentario