Ni maltratando, ni solapando: por una vida libre de violencias

*Un artículo especialmente dirigido a Mujeres. Pero tú también puedes encontrar algo interesante en él.

Nadie puede dañarte si tú no se lo permites… Nadie puede violentarte si tú como mujer te asignas el valor que mereces. Pero lamentablemente, a cada instante en el mundo hay una mujer que está siendo maltratada, abusada, humillada…

¿Por qué debemos permitir que nos dañen? La violencia no es amor

Es cierto lo que muchas personas aseguran: no debería conmemorarse el 25 de noviembre como día internacional por la no violencia contra las mujeres. Y no porque este día no sea importante, no porque las mujeres no merezcamos vivir una vida sin violencias, sino porque no debería existir ningún pensamiento, palabra o acción que atente contra una naturaleza tan sublime como la de la mujer.

Los hombres no deberían acercarse a nosotras para llenarnos de espinas el corazón, de tristeza los pensamientos y de golpes el cuerpo… Es más, deberían arrancarse el alma y las manos si es preciso, antes de lastimar a una mujer, pero la realidad es otra. La realidad es que vivimos rodeadas de hombres que muy a menudo olvidan la grandeza de una mujer y la ultrajan como si esta fuese un tapete, un pedazo de basura, un ser sin importancia, ¿hasta cuándo seguiremos en esta situación?

Hoy es mi deseo invertir los papeles. Debemos levantar nuestra voz en contra de quienes en base al género y a su imponencia física nos lastiman, porque ellos nos atacan simplemente porque pueden, porque no encuentran una mejor forma de manifestar sus inseguridades y miedos. Duele ver que una mujer es maltratada… Pero lo que duele más aún es que seamos nosotras, de forma directa o indirecta, quienes acepten y solapen el maltrato como si ello fuese normal, como si por ser mujeres debiéramos sufrir el yugo de hombres que no saben hacer otra cosa diferente a matarnos en vida.

¡Merecemos vivir en igualdad y no en igualitarismos vacios!

Pensémoslo dos veces: hemos sido reprimidas, coartadas, esclavizadas, ¡Sí! Y paradójicamente aceptábamos todo eso y más porque creíamos que ese era nuestro destino por ser el supuesto “sexo débil”. Lo que yo no me explico, es que después de tantos años en los que hemos luchado por conquistar nuestros derechos sigan existiendo mujeres que toleren que las lastimen y peor aún, se inventan mil excusas para justificarlo, aseverando que “lo merecían”.

Que quede claro, yo NO estoy de acuerdo con ningún tipo de maltrato. Y estoy absolutamente segura de que algunos hombres han sido los causantes de tanta opresión. Sin embargo, nosotras como mujeres sensatas debemos reconocer que el maltrato se ha perpetuado gracias a nuestras omisiones: disminuimos la gravedad de las acciones denigrantes, nos falta valor para denunciar y nos llenamos de mil prejuicios para “no meternos” en ese tipo de asuntos.

Si todas las mujeres fuésemos decididas y lucháramos por la no violencia, viviríamos en un mundo diferente. Pero lamentablemente la mayoría de nosotras se ocupan en otros menesteres y olvidan su derecho a SER mujeres diversas, que pueden vivir en condiciones de equidad y respeto. Por ello, en este 25 de noviembre, “día internacional por la no violencia contra las mujeres” no sólo hago un llamado especial para que el maltrato cese. Hago un llamado a todas las mujeres, para que no sólo se opongan a la violencia de género, sino también se empoderen de sus derechos, porque es igual de criminal quien comete el acto que quien lo solapa, no sigamos siendo nosotras quienes oculten la barbarie.

Nosotras no somos culpables de que nos maltraten, pero si somos responsables de que lo sigan haciendo.