Una relación es una decisión de dos. |
El orgullo, el ego, el miedo, la desconfianza y muchos otros sentimientos que manejamos de forma negativa nos hacen crear un círculo vicioso en donde no gana nadie, pero si perdemos todos: ¿Cuántas veces no has pronunciado un “lo siento” por orgullo? ¿Cuántas veces en un momento de disquisición has preferido hacer como si odiaras a aquella persona? ¿Cuántas veces pensando en la seguridad de tenerle a tu lado, te has olvidado de dar aquellos detalles que tanto le cautivaban?
El amor necesita de un constante esfuerzo.
Debemos esforzarnos por mantener vivo el amor. |
La pareja es cuestión de dos.
Aunque puede parecer evidente, una pareja es cuestión de dos. No puedes hacerlo todo tú sol@ y tampoco puedes esperar que el o la otra lo haga sol@, porque cuando eso sucede, la relación se convierte en un interminable tormento en donde vamos de cansancio en cansancio, de decepción en decepción, de desacierto en desacierto.
Decimos que el amor es como las plantas: hay que abonarle para que crezca de manera sana; pero nunca decimos quienes son l@s encargad@s de abonar ese amor: ¿tú? No. ¿Tú pareja? No.
Te preguntarás el por qué de las anteriores negativas: cuando nosotr@s, desde nuestra individualidad cuidamos de la planta del amor, puede crecer con muchos rezagos: solo posee nuestra visión de vida, nuestro lado de la historia, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos; lo mismo pasa si quien cuidase de la planta del amor sólo fuese nuestra pareja…
¿Estás abonando tu amor? |
El amor siempre hay que abonarlo, pero no en soledad, sino en pareja; en la continúa construcción de un “nosotr@s” que nos permita adornar un presente con los más bellos momentos y soñar con un futuro juntos, porque el amor es cuestión de dos corazones que deciden ser uno.
Con amor elevado al infinito...
© Lluvia
noches de las calladas luchas, mi corazón da vueltas como un volante loco. Niña venida de tan lejos, traída de tan lejos, a veces fulgurece su mirada debajo del cielo. Quejumbre, tempestad, remolino de furia, cruza encima de mi corazón, sin detenerte. Viento de los sepulcros acarrea, destroza, dispersa tu raíz soñolienta. Desarraiga los grandes árboles al otro lado de ella. Pero tú, clara niña, pregunta de humo, espiga. Era la que iba formando el viento con hojas iluminadas. (Pablo Neruda-casi fuera del cielo)
ResponderEliminarUn gran abrazo fraternal LLuvia
ATT: Aleks
Mi querido amigo Aleks:
EliminarGracias por compartir en este espacio web desde hace ya tanto tiempo, tú has sido una grata compañía durante estos casi dos años, ¡Gracias! ¡Muchas gracias!
Y como siempre, compartes cosas maravillosas, es precioso el fragmento de Neruda que hoy nos compartes, lleno de sensibilidad y dulzura ;)
Que una lluvia de bendiciones caiga sobre tu vida.
Con todo mi amor, tu amiga,
Lluvia
El amor tiene que ser dado y recibido por las dos partes y nunca pidiendo nada a cambio. Tiene que salir de cada uno.
ResponderEliminarQuerido Amigo Esteban:
EliminarTe doy la más cordial de las bienvenidas a este rinconcito web, es un gusto contar con tu compañía. Tienes razón Esteban, el amor para ser amor debe ser recíproco y altruísta, de lo contrario, no sería amor sino una especie de apego sentimental.
El amor entonces es reconocer que no "te necesito" para vivir, sino que "quiero" estar a tu lado compartiendo mi vida, ya ves que es un juego de palabras algo sutil pero bien diferenciador ;)
¡Muchas gracias por el aporte que nos has regalado!
Que una lluvia de éxito caiga sobre tu vida.
Con Amor, tu amiga,
Lluvia