¡La rutina diaria puede romperse!

La rutina resulta agobiante, es este un círculo repetitivo que nos agota como seres humanos y nos hace caminar infinitas veces por el mismo lugar. Por eso, hemos de aprender a manejarle: procuraremos que nuestras vidas cambien a mejor para crecer continuamente sin vernos condenad@s al aburrimiento y la tristeza.

La rutina puede hacernos sentir perdid@s...

Nos levantamos a la misma hora, desayunamos el mismo platillo, tomamos la misma ruta y nos dedicamos a hacer de nuestro día una gran “repetición de lo ya hecho”… Eso sabe a rutina, ¿no?

No se trata de satanizar a la rutina, bien esta es necesaria para la realización de ciertas actividades: rutinas médicas, rutinas académicas, rutinas de ejercicio, rutinas de transporte, entre otros; ¿pero de verdad crees que tu existencia puede resumirse en una rutina? No. La rutina puede convertírsenos en una compañera no grata que nos hace sentir vaci@s hasta el punto de creer que no hemos hecho “nada” en nuestras vidas.

¡Podemos salir de la rutina!

Superar la rutina es superar viejos hábitos.

Es simple: así como entramos en una vida rutinaria, hemos de salir de ella: ¿recuerdas como fue que empezaste a hacer lo mismo? Vamos, recuérdalo que es importante… ¿Lo tienes? ¿Si? Entonces es hora de ponerle remedio a ello actuando. Te doy un ejemplo: si empezaste a ser rutinari@ por múltiples ocupaciones y falta de tiempo, deshazte de un par de las primeras y amplia instantáneamente la segunda; de seguro, si relativizas el esquema de la rutina, lograrás grandes resultados.

¡No te compliques! ¡Salir de la rutina no es salir del globo terráqueo!
Dejar la rutina de lado por lo general se logra introduciendo pequeños cambios en nuestro diario vivir: ¿y si te levantas a una hora diferente? ¿Y si haces algo de deporte? ¿Y si hoy haces tú la cena? ¿Y si sales a conocer nuevos lugares? ¿Y si dejas de preocuparte tanto y disfrutas un poco mas las pequeñas cosas que la vida nos regala?

Salir de la rutina toma su tiempo, recuerda que lo que haz hecho es crear hábitos de vida repetitivos, por lo que superar estos hábitos puede tomarse su tiempo; empero, lo que sí está claro es que por algo debes empezar, puedes pasar de lo más pequeño a lo más complejo, pero ¡Puedes hacerlo!

Así como le hemos dado forma la rutina, también podemos deshacerla: mediante insistencia, cambio de hábitos, concientización y paciencia, ¡Ánimo! Una vida libre de rutina te espera.

Con infinito amor...
© Lluvia 

Foto Créditos: Foto 1, Foto 2