Agradecer es un acto de grandeza

Agradecer es un gesto que demuestra nobleza y humildad, quien lo hace debe preciarse de tener un corazón invaluable que sabe valorar a quien bien tiene la generosidad de apoyarle y extenderle su mano.

El agradecimiento nos beneficia a tod@s.

¿Por qué es importante agradecer?
Tal vez muchas personas no lo tengan en cuenta y se olviden de detalles que pueden parecer tan "simples"; pero el agradecimiento, más que un gesto hacia l@s demás, es un gesto para con nosotr@s mism@s, ya que nos hemos dado la oportunidad de recibir, y de reconocer que quienes nos rodean son importantes en nuestras vidas.

Agradecer es un acto de grandeza.
Tal vez pienses que la grandeza solo está en el dar, pero te equivocas: en el recibir también se encuentra presente, puesto que muchas veces permitimos que el individualismo nos atrape, que nuestros miedos nos ganen, o simplemente nos resguardamos tras nuestro afán de vernos como "quienes no necesitan nada de nadie" o quienes "no le deben nada a nadie".

Agradecer no es devolver, ¡Es valorar!

¡Gracias a muchas personas estás hoy aquí!
¿Te has puesto a pensar en la cantidad de personas que participaron para que hoy pudieses desayunar, vestirte o transportarte? Pensemos en tu ropa: alguien debió conseguir la tela, alguien debió coserle, alguien debió empacarle, alguien debió venderla para que tú la compraras y luego la usaras… ¿Ves porque ser agradecid@s debería ser una práctica cotidiana?

La gratitud no necesita que devuelvas lo que te han dado.
Ser agradecid@s no involucra que andemos devolviendo los dones recibidos: lo ideal es que cuando alguien te entrega algo, lo hace porque le nace de lo más profundo de su corazón; lo mismo debe pasar contigo: no hagas nada con el ánimo de "devolver" o no "deber", hazlo porque sientes infinito respeto, amor y sentido de valía por alguien que sin pensarlo dos veces ha sido capaz de darte su mano.

Dar las gracias no te quita nada pero si te pone mucho; ser agradecid@ no se trata de ser servil, sino de jamás olvidar que hubo una persona capaz de entregar sin recibir nada a cambio. Es hora de empezar a practicar el agradecimiento, ¡nos lo debemos!

 “Bienaventurados los que saben dar sin recordarlo, y recibir sin olvidarlo”. Anónimo.

Con infinito amor...
© Lluvia