Siempre podemos superar nuestros problemas. |
Las preocupaciones, el estrés, los miedos, las dificultades, los errores, la tristeza pueden hacernos caer y caer, hacernos ver el paisaje bien negro y caminar en círculos; nos sentimos tan perdid@s que no sabemos ni tan siquiera lo que sentimos o esperamos del presente, efectivamente, estamos en un laberinto… ¿Pero sabes qué es lo bueno de los laberintos? Que aunque sean muy enredados, siempre tienen un salida, sólo es cuestión de observar el camino y no dejarnos vencer antes de tiempo.
Nuestros problemas nos enseñan a vivir. |
Cuando estamos agobiad@s, el hecho de que nos digan que seamos “positiv@s” paraciera un chiste, ¿no te parece? Pero hablemos con sinceridad, esta es la única manera de salir adelante, de despejar las nubes de nuestros cielos, pues si nos sostenemos en que los problemas son el fin de nuestra existencia, lo serán, pues estos tienen el inmenso poder de destruirnos: pueden hacernos enfermar del cuerpo, acaban con la estabilidad de la mente, desestabilizan nuestras relaciones interpersonales, entre otros.
¡Los problemas son un reto!
Esa dificultad que tienes hoy, es precisamente la que no te permite olvidar que estás viviendo, ¿cuántas personas están ya muertas en vida? Si hay problemas es porque existes, de lo contrario todo tendría una paz maliciosa. Levántate y no permitas que un aliciente para renovar tu vida se convierta en un lastre, si hay un problema, es que necesitamos un cambio: ¿acaso tú te dejas vencer por los retos?
¡En la vida siempre hay soluciones!
No te alteres, no sufras, no te laceres, todo pasa. Aprende a reconocer las espinas del camino para no lastimarte con ellas, pues por muy cerrado que sea el trecho, siempre habrá un agujero para la esperanza.
Con toneladas de amor...
© Lluvia
Foto Créditos: Foto 2
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