¡No te estanques en tu pasado!

Somos vida, y la vida no se detiene, cada momento es único, inigualable, perfecto. Si nos quedamos reviviendo fantasmas, nos convertiremos en uno; si aprendemos del pasado sin esclavizarnos por él, empezaremos a desatascar nuestro camino, a lograr esos cambios que buena falta nos pueden hacer.

Nuestros caminos no pueden detenerse...

El pasado es un aprendizaje, no una condena.
Nuestras experiencias se hicieron para vivirles y crecer en ellas, ¿acaso crees que han sido en vano? Otro asunto es que no sepamos diferenciar sus beneficios y nos amarremos a lo inadecuado, a lo que nos hace sufrir, ¿por qué será? El pasado pareciera ser una cárcel en la que ya no hay cabida para tant@s prisioner@s, pues nos es más fácil crear barrotes para atormentarnos, que cultivarnos y seguir adelante.

¿Sabes de cuántos años es tu condena?
¡Sí! No lo leas con esa cara que es cierto: ¿cuándo fue la última vez que recordaste sin dolor? ¿Cuándo la última en que dejaste de culpabilizarte? ¿Cuándo la última en la que buscaste el aprendizaje de aquel momento? ¿No lo has hecho? Entonces tu condena está indefinida… ¿Te parece bien condenarte sin ni siquiera reconocer en sus dimensiones verdaderas tu pasado?

¡Tu actitud lo puede hacer todo!

Tenemos el control de los efectos de nuestras vivencias.
Somos los y las juezas de lo que nos sucede. Somos quienes eligen el cómo ver una situación y reaccionar ante ella, incluyendo nuestro pasado. Recuerdo que hace poco, viajaba con una amiga y debíamos tomar un vuelo, por azares de la vida, no pudimos hacerlo; pero nunca olvidaré la cara de angustia de aquella mujer al ver que ya había sido cerrado el vuelo, ella desesperada me preguntaba insistentemente ‘¿qué vamos hacer?’, y yo lo único que podía hacer era reírme: la situación se me hacía muy chistosa –lo confieso, me encantó sentirme como una adolescente irresponsable-, así que opté por contar chistes de accidentes aéreos. ¿Qué diferenció a mi amiga de mí? ¡Exacto! ¡La actitud!

Debemos escavar en el pasado para superarle.
Tú puedes quedarte recordando tu pasado y diciendo ‘pobre de mí’ con preocupación y desconsuelo, paralizad@ por los acontecimientos. O puedes reflexionar sobre lo que sucedió para aprender y buscar nuevos caminos a un presente más fructífero y feliz. La vida es como un vuelo, si lo pierdes, jamás podrás subirte a él, ¿para qué gastarnos el corazón con todo lo negativo?

¡No te atasques en tu pasado!
Tú no eres un o una ‘pobrecilla’, eres un ser lleno de potencialidades. Tus experiencias no te hacen atascarte, tu actitud sí. Es hora de salir de tus propios encierros y disfrutar de tu vida, por algo sólo se tiene una.

Con toneladas de amor...
© Lluvia 

 Foto Créditos: Foto 1 y Foto 2