No es normal que las mujeres nos ataquemos entre nosotras

*Un artículo especialmente dirigido a Mujeres. Pero tú también puedes encontrar algo interesante en él.
 Para nadie es un secreto que muchas veces, las mujeres lamentablemente nos atacamos entre nosotras mismas: en lugar de ver a las otras mujeres como nuestras amigas, a menudo preferimos verlas como contrincantes, ¿por qué será que sucede eso? ¿A quién beneficia? ¿Será que las otras mujeres no pueden ser nuestras amigas?

Es más bonito que todas seamos amigas :)

No es natural que nos ataquemos entre nosotras.
Muy descaradamente se anda diciendo por ahí, que la competencia mal sana y permanente entre mujeres es “natural”… ¡Y no! ¡No es cierto! No es natural, es naturalizada que es algo muy diferente; lo congruente sería que fuésemos amables y educadas como solemos serlo, sin fijarnos en primeras impresiones que causen rivalidades.

¿Puede ser “normal” lo anormal?
Mirémoslo comparativamente desde la generalidad entre sexos: los hombres, a pesar de tener una naturaleza más “competitiva” según los estudios científicos, no viven lacerándose los unos a los otros; las mujeres, por nuestra parte, y a pesar de que no vivimos pensando en competir, vivimos difamando y señalándonos unas a otras, ¿alguien me puede decir qué hay de normal en ello?

La confianza se reconstruye, los daños no, ¡elige!

El lobo que se disfraza de cordero…
No es corriente que entre mujeres nos demos golpes. Lo que sería más lógico es que por lo menos fuésemos consideradas con las otras mujeres que nos rodean, ¿no lo crees? Lo que sucede en este caso, es que llevamos en el corazón una ideología profundamente destructiva para con nosotras mismas y el resto del mundo: el machismo, el cual no sólo logró durante siglos dominarnos y llevarnos al nivel de esclavas; sino que ha creado distancias entre nosotras las mujeres con el fin de que sigamos sometidas, ¿no has escuchado aquella famosa frase “divide y vencerás”?

¡La confianza puede reconstruirse!
Palabras más, palabras menos, los hombres llevan siglos “tapándose con la misma cobija”; nosotras en cambio, hemos vivido violentadas: apenas estamos soltando los grilletes y crear la confianza perdida entre mujeres, lleva su tiempo. Pero podemos unirnos las unas a las otras y cambiar esa visión tan equivocada que tenemos de otras mujeres, sólo nosotras seremos las grandes ganadoras con ello, nadie más.

Las mujeres podemos sumarnos las unas a las otras.
No te envío a que abraces a todas las mujeres que te encuentres por tu camino (aunque no se me hace una mala idea), sino a desarmar tu alma y empezar a mirar a las otras no como una competencia, ni como objetos de críticas destructivas; sino como una mano que llegado el momento, puede ser tu ayuda. Reconstruyamos el lazo que nos une entre mujeres, nosotras somos la respuesta a un mundo más pacífico, lleno de paz, amor y respeto.

Con toneladas de amor...
© Lluvia 

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