Debes conocerte para aceptarte |
Somos inmensamente importantes, pero a veces no lo reconocemos y tristemente no nos damos ni por enteradas. Todo ello porque sencillamente no nos hemos regalado un minuto de nuestro tiempo para saber quién es el ser que habita en nuestro cuerpo: creemos ser de una forma, pero luego descubrimos que l@s demás nos ven de otra manera; ya no nos gustan las mismas cosas de antes, queremos explorar nuevos caminos, soñar con otros horizontes… ¡Somos personas nuevas! Pero desconocidas para nosotr@s mism@s… ¿Qué nos pasó? ¿Por qué nos perdimos a nosotr@s mism@s?
“¿Quién soy yo?”
Somos un@s extrañ@s para nuestro propio sentir, hemos olvidado lo que es responder con seguridad ante una pregunta tan sencilla como “¿qué te gusta hacer?” Nos sentimos rar@s y al mirarnos al espejo no sabemos de quién es ese reflejo que se filtra ante nuestra mirada. Es entonces cuando llega el momento de las preguntas: ¿cómo es que nos permitimos vivir en ignorancia sobre nosotr@s mism@s? ¿Cómo podemos amar a quien no conocemos? ¿Cómo vamos a amarnos si no sabemos quiénes somos?Amarte a ti mism@ es el inicio de una gran relación |
Una persona drogadicta no puede sanarse sino reconoce que es drogadicta. Asimismo, nosotr@s no podemos amarnos si no nos reconocemos y aceptamos:
“yo me amo porque sé a quién amar, porque me he enamorado de mis defectos y virtudes, y por qué sé, que por amor a mí mism@ puedo ser cada día más bell@ de lo que ahora soy”.
No podemos cruzar un caudaloso y enfurecido río si no tomamos el puente. Tampoco podemos tener autoestima si no nos conocemos y nos aceptamos. ¡Conócete, acéptate! y luego, ¡ámate!
¿Qué no es ése el orden de una buena relación de pareja? ¿Qué tal si hoy empiezas por enamorarte de ti mism@? Debemos iniciar por el lado correcto: amarnos a nosotr@s mism@s es el primer paso hacia la plenitud, ¿acaso crees que hay otra manera de ser felices?
Con inmenso amor...
© Lluvia
0 comentarios:
Publicar un comentario