Somos seres humanos valiosos y no tenemos por qué avergonzarnos de quienes somos. Hemos cometido errores, como todas las personas los cometen… pero seguimos adelante y perseveramos, podemos estar orgullos@s de ello. No privemos al mundo de conocer lo valios@s que somos… tampoco seamos soberbi@s, pero no hay razón para la timidez.
No privemos al mundo de la belleza que hay en nosotr@s |
¿Timidez?
Replanteemos algo: l@s tímid@s no son únicamente aquellas personas que no hablan ni por error. La timidez tiene muchas formas de presentarse: desde l@s temerari@s que se hacen l@s gruñon@s para mantener a raya las presiones, pasando por l@s simpátic@s que evitan hablar de ell@s mism@s, hasta l@s retraíd@s que huyen del contacto con extrañ@s por miedo a su opinión. Como bien lo puedes notar, existen diversos niveles de timidez, todos tan variados como los seres que poseen dicho “trastorno social”. ¿Y por qué la timidez es un trastorno social? Sencillo, nadie es tímid@ consigo mism@ ni con su contexto más cercano. La timidez aparece al enfrentarse a las relaciones sociales.
Nos equivocamos mucho al creer que no valemos la pena |
Somos muy crueles con nosotr@s mism@s… Nos rebajamos, nos menospreciamos, perdemos nuestra autoestima, dejamos abandonado nuestro corazón… Es como si nos subiéramos a un ring de boxeo y puño a puño intentáramos derribar nuestra personalidad, nuestros sentimientos, nuestra vida. Como quien dice: “Si alguien me lastima, ya no me dolerá tanto, porque yo ya me he encargado de ser lo suficientemente dur@ conmigo mism@ para que l@s otr@s no me dañen”.
¡Pensamos en la derrota sin buscar el triunfo! Es más, la asumimos sin ni siquiera esperar a que sucedan los acontecimientos determinantes en ello. Creamos un concepto tan bajo de nosotr@s mism@s, que nadie puede salirle adelante a tremenda pequeñez y todo gracias a una presión social que aún no recae sobre nosotr@s.
No seas tímid@, estamos en confianza: en este planeta nadie es perfect@, tod@s tenemos defectos y virtudes que construyen este paraíso terrenal, ¿por qué te privas de compartir tu alma con quienes llegan a tu vida? Tod@s somos seres humanos y nos equivocamos. Pero tú te equivocas más que el resto cuando crees que no vales la pena. Porque lo cierto es que la vales ¡y mucho! No te sigas viniendo abajo por ti mism@, eso no es digno de ti. Tú tienes una inmensa valía, ¡reconócelo! Y poco a poco podrás salir de la mazmorra a la que te has condenado.
Con inmenso amor...
© Lluvia
0 comentarios:
Publicar un comentario