¡El poder de creer en ti!

El mundo está en nosotr@s, tenemos una inmensa capacidad para lograr lo que tanto anhelamos… Pero no podremos conseguir nada si no empezamos por lo básico pero a la vez más importante: creer en nosotr@s mism@s... ¡Tú puedes! Es lo que deseas, ¿por qué no habrías de alcanzarle?

Si lo creemos... ¡Podemos!

Si no tenemos exceso de confianza, tenemos deficiencia de la misma y ello es un problema: no podemos ser en extremo confiad@s y tampoco podemos pensar que tiene más posibilidades de triunfo quien espera ganarse la lotería sin comprarla, que nosotr@s. Todo es un equilibrio que debemos mantener para llevar una vida plena: si ser muy confiad@s nos involucra dejar de trabajar por lo que queremos, erramos; si que nos falte confianza nos desanima tanto que bajamos los brazos pronto, erramos.

Debemos tenernos una confianza equilibrada, debemos ser disciplinad@s, pero sobre todas las cosas, debemos tener una fe ciega en nosotr@s mism@s. Confianza equilibrada para saber que podemos elegir el rumbo que deseemos y que podemos ser tan asertiv@s como para optar por la mejor opción. Disciplinad@s para trabajar en cada escalón que nos llevará a la cima de lo que tanto queremos lograr. Y fe, porque sin ella no iríamos a ningún lugar, es esta la virtud de creer en lo que aún no podemos acariciar.

¡Somos libres para elegir lo que deseamos!

Pero no te propongo cualquier tipo de fe: te propongo una fe ciega en ti mism@... Entonces, ¿Qué implica una fe ciega en ti mism@? Implica que tendrás el suficiente corazón para avanzar incluso cuando todo te contraríe; que creerás más en tus iniciativas que en las palabras de otr@s: es tu camino y por eso eres tú quién decide si quiere y puede; que tendrás el poder de creer en tus esfuerzos, en tu lucha, en tu causa…

La fe ciega en nosotr@s mism@s nos puede llevar con buena mar, pero debemos recordar que siempre es bueno escuchar a quienes nos aman y procuran nuestro bienestar, lógicamente que quienes deben decidir somos nosotr@s, pero esta fe ciega no se basa en pasar por encima de l@s demás, sino en “guerrear” limpiamente por nuestros sueños: esta es una fe blanca que nos llena de luz y esperanza no solo a nosotr@s sino a quienes se cruzan por nuestra existencia. 

Tú puedes si así lo crees.

El poder está en nuestro corazón, ¿lo usamos?

El poder de creer en nosotr@s mism@s es infinitamente grande: ¡Nunca subestimes los cambios que haces en ti mism@! Si creemos que podemos conquistar lo que queremos, ¡lo lograremos! Todo es cuestión de tenernos esa fe ciega pero a la vez tan clarividente…

No le temas a tus elecciones, tú te conoces mejor que nadie y sabes lo que es conveniente para ti; témele más bien a no decidir y a vivir a costa de lo que l@s demás elijan para ti; porque si la autonomía a veces te parece peligrosa, es mejor que no pruebes con la dependencia, porque créeme, no sacarás nada bueno de ello.

¡Todo puede ser mejor! El poder lo tienes tú, ¿qué vas a hacer con él?

Con amor elevado al infinito...
© Lluvia 

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