martes, noviembre 20, 2012
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Las diferencias hacen de nuestro mundo un lugar más agradable y especial para vivir. Si tod@s y todo fuese igual, no sería posible conocer, descubrir, conquistar… Celebremos nuestras diferencias, son estas las que nos convierten en seres únicos e inigualables que pueden amar sin límites.
aceptar diferencias, divergir, celebrar, colores
Los colores hacen del mundo un lugar más agradable.
Tod@s tenemos derecho a ser como lo deseamos.
Tod@s tenemos nuestros gustos, sueños, y por supuesto, nuestra capacidad de elegir: por eso que vestimos de una determinada forma, optamos por cierto tipo de actividades, disfrutamos de un tipo de comida… Elegir nos ha convertido en quienes somos, nos ha hecho divers@s, ¿no crees que l@s demás también merecen tener esa oportunidad?

Nadie es igual a nadie.
Ni siquiera l@s herman@s gemel@s son iguales l@s un@s a l@s otr@s: las características corporales, aunque similares no son idénticas; y ni qué decir del corazón, pues sabemos que nuestras personalidades se crean con nuestras experiencias, sentimientos y pensamientos, y ello es algo totalmente subjetivo e individual, así que… ¡Nadie es igual a nadie! ¿No te parece maravilloso?

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Amar significa apreciar la unicidad.
¿Por qué quieres optar por la utopía de lo igualitario?
A pesar de algo tan evidente, recurrimos en un error: pretendemos que tod@s seamos iguales, ¿por qué? ¿Acaso el arco iris sería bonito si sólo fuese azul? La respuesta la dejo a tu albedrío, pero no podemos pretender quitarnos o quitarle a l@s demás un derecho con el que nacieron: el derecho a divergir.

Buscamos espejos en l@s demás.
Es bueno ser afín y encontrar un punto de unión con alguien, pero los extremos no son buenos. Recuerdo que un amigo, amante a los perros y al ciclo montañismo, una vez publicó una frase en su perfil de facebook que aseveraba: “Si una mujer no ama a los perros y al ciclo montañismo, no podremos hacer pareja”; a ello respondí con inmenso gusto: “No buscas una mujer, sino un espejo”; no tiene sentido relacionarnos con otr@s si lo que queremos es una fiel copia nuestra: ¿por qué no nos aperturamos a lo diferente? ¿Acaso nos encanta vivir en un mundo compuesto por más de lo mismo?

¡Hay que celebrar las diferencias!
Aprender a ver las diferencias como un valioso insumo hace parte de un alma noble, grande y libre. No te asustes ante lo divergente, ello lo único que evidencia es que podemos elegir nuestras vidas a cada instante. Celebrar la diferencia es amar, más allá de lo evidente y más cerca de la verdad, ¡Anímate!

Con infinito amor...
© Lluvia 
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