¡Desarma tus pensamientos!

Los pensamientos negativos agotan: creer lo peor, atraer el negativismo, interpretar mal, buscar las peleas... Terminamos por perder nuestra tranquilidad: ¿por qué debemos discutir? ¿Por qué vivir con enfado? ¿Por qué no ponernos en el lugar de l@s demás? ¿Por qué no desarmamos nuestros pensamientos?

Nuestros pensamientos negativos no deben dominarnos.

Creamos nuestro mundo.
Nuestro entorno está allí para nosotr@s, pero las formas en que les percibimos varían: no hay dos visiones idénticas de la vida, las mujeres, los hombres, las niñas, los niños, las ancianas, los ancianos, entre otros, perciben y viven diferente. Es tan simple como decir que a mí me agrada el color blanco y puede que a ti no.

No siempre las cosas son como nos las imaginamos.
A veces la realidad tiene más aristas de las que creemos. No podemos ser víctimas de nuestras percepciones y reaccionar de una manera inadecuada. Podemos pensar que alguien sonríe porque le da alegría vernos, o podemos pensar que sonríe porque se burla de nosotr@s, ¿das espacio a la duda o de una vez te enfocas en lo destructivo?

¿Para qué tener pensamientos negativos?

Siempre es mejor conciliar que discutir.

Muchas personas desde su niñez, crean dentro de sí una fortaleza impenetrable en donde todo es una potencial agresión; incluso nosotr@s a diario, podemos condenarnos debido nuestros prejuicios. Al hablar con aquella persona que nos parece antipática, no le trataremos de forma amable; si Sutanito conversa en voz baja, es porque habla mal de nosotr@s, así que nos indispondremos con él; si María no contesta al teléfono, es porque no quiere, por ello seguro haremos un reclamo… ¿Hacemos tanto por lo que pensamos y no por lo que en realidad sucede?

Nuestros pensamientos negativos, son sólo eso.
Pareciera que preferimos desconfiar y discutir, antes que preguntar y conciliar. Sacamos conclusiones a la ligera y todo resulta malo para nuestros pensamientos, como si nuestras percepciones fueran verdades irrefutables: ¿qué tal si nos preocupamos más por entender que por entrar a señalar?

Las superficies pueden ser engañosas...

Las armas mentales no son necesarias.
Nos podemos cargar de prejuicios y quedarnos con la primera imagen que tenemos, pero no podemos ser tan simplistas: hay un mundo por descubrir, si sólo nos quedamos mirando la atmosfera, tal vez nos perdamos del canto de los pájaros, del calor del sol, de la frescura de los ríos… No deberíamos vivir en actitud de defensa, las armas mentales no son tan necesarias cuando queremos conocer de verdad.

Aprendamos a usar una balanza en el alma.
No somos blancos para que todas las balas nos persigan. Nosotr@s somos quienes pierden con las actitudes negativas; si algo no te agrada, dale espacio a la duda, escucha, analiza; no pierdes nada, pero sí ganas mucho de sensatez.

Con toneladas de amor...
© Lluvia