miércoles, abril 10, 2013
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cambiar, fluir con la vida, no aferrarse, alternativas
Nosotr@s nos encargamos de cuidarnos.
Merecemos de tiempo para nosotr@s, para reconocer quiénes somos y lo que acontece con nuestro corazón. Puede que la tarea no resulte fácil, pero siempre será fructífero develar el mundo que llevamos dentro.
¡Tú eres una bella planta!
Hoy vamos a aprender un poco de jardinería. Y comienzo por decir, que para conservar bien una planta, debemos tener en cuenta tres aspectos básicos: primero, debemos sembrarla en el lugar adecuado; segundo, debemos aparcarla (mover sus raíces y la tierra que le rodea) cada cierto periodo de tiempo; tercero, podarlas, lo que no sólo nos exige retirar las ramas y flores muertas, sino también todo aquello que consideremos no ha de servirle a nuestras plantas para crecer.

¿Qué tiene que ver esto con nosotr@s?
Si lo te detienes un poco, verás que el cuidado de nuestro camino se puede asemejar al de las plantas: si sembramos nuestra vida en la tierra inadecuada, no podemos esperar buenos frutos; si dejamos que nuestras raíces se afinquen en el mismo lugar siempre, lo más probable es que terminemos por estancarnos y llenarnos de malos sentimientos; si vivimos aferrad@s a aquellos aspectos de nuestras vidas que ya murieron, nos quedaremos marchit@s en el pasado; si no desterramos de nosotr@s todo lo que nos impide crecer, nos privaremos de ser mejores seres humanos.

cambiar, fluir con la vida, no aferrarse, alternativas
Para cambiar, hay que fluir.
Tú necesitas de mantenimiento general.
Así como limpias la casa, chequeas el coche o le practicas tests médicos a tu cuerpo, ¡tu espíritu también necesita que hagas un balance con él! Con toda la paciencia que requieras, cuida del inmenso jardín de tu corazón, busca allí las raíces muertas, las flores marchitas, las hojas secas, los tallos que obstruyen, ¿y por qué no? Contempla el paisaje que en ti existe.

¡No te amarres a tus defectos ni a tus virtudes!
Si nos quedamos contemplando el tropezón o la gloria del pasado, no podremos avanzar mucho; siguiendo con nuestro ejemplo de las plantas, ellas jamás se aferran a nada de ellas mismas: dejan caer sus flores, pero también sus partes marchitas, es más, cuando vas a podarles ni siquiera tienes que hacer un gran esfuerzo para retirarles, ¿por qué nosotr@s no podemos seguir ese ejemplo de la naturaleza y fluir con la vida?

Siembra, poda, limpia tu corazón.
No dejes que la maleza se adueñe de ti. Sé tú quien diseñe los jardines de tu existencia sin más limitaciones que el amor y el respeto por ti mism@. Remodela tu ser, sólo comienza por sacar lo que ya no te sirve y verás cómo los cambios positivos se multiplican a granel.

Con toneladas de amor...
© Lluvia 
cambiar, fluir con la vida, no aferrarse, alternativas
Foto Créditos: Foto 1 y Foto 2

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