Un paso más cerca para solucionar un problema

Los problemas tienen el poder de preocuparnos. En algún momento nos hemos sentido inquiet@s por una situación que no marcha de la manera esperada; pero antes de huir, escondernos, o temer a las dificultades, deberíamos empezar por tener una visión crítica y propositiva sobre las mismas.

Los problemas no dejan de existir por darles la espalda.

¡Los problemas deben enfrentarse!
No solucionamos nuestros problemas si huimos de ellos o intentamos minimizar su impacto en nuestras vidas. Si tenemos un problema, debemos enfrentarle, es la única forma de arrancar la maleza de raíz, sin dejar que siga creciendo en nosotr@s y se nos convierta en algo inmanejable, que termine por dañar las edificaciones de nuestro corazón.

¿Cómo hacerle frente a los problemas?
Hacerte el o la de la vista “gorda” no te salvará, sólo prolongará la existencia de esas dificultades. No estas sol@, todos alguna vez nos hemos sentido envuelt@s en problemas; te propongo entonces, que tengas en cuenta varios elementos para solucionar ese problema que te preocupa:

Re-pénsar lo que sucede te ayuda a aclarar tu vida.

*Reconocer que tienes un problema. Es sencillo: si no reconoces que tienes un problema, ¿para qué vas a
pensar en resolver algo que no existe? Acepta tus dificultades, sentirás el camino más llevadero.

*Analiza, critica. Re-piensa el problema que tienes, reinterprétalo, míralo desde distintos puntos de vista; así podrás evidenciar mejor lo que sucede y aprender de ello.

*Plantea de forma adecuada el problema. Si ya re-pensaste tu problema, es hora de que lo enuncies con claridad, pues si sabes plantear bien tu problema, lo más probable es que con ello resuelvas la mitad del mismo.

*Piensa en la solución. ¡Manos a la obra! Encamínate a ponerle punto final a ese problema. Busca soluciones, ten en cuenta todas cuantas se te ocurran y reflexiona sobre ellas desde diferentes puntos de vista. Con este ejercicio lograrás ampliar tus perspectivas y no te encerrarás en un cubo, que es lo que generalmente sucede cuando nos sentimos agobiad@s.

*No te desvíes. Puedes tener sentimientos de angustia y se te puede hacer fácil escapar por las ramas. No pierdas el norte, recuerda tu problema, tienes una tarea pendiente.

La soluciones siempre aparecen cuando les buscas.

*Elige una solución. Tomas muchas decisiones a diario, pero esta decisión en particular requiere de uncuidado especial. Pon en una balanza las soluciones que planteaste: ¿cuál crees que es la más conveniente? ¿Cuál se ajusta a tu realidad actual? ¿Cuál crees te sacará de este apuro?

*Pon en marcha tu solución. Si es necesario, creas un plan a seguir. Aquí es donde debes sacar la mayor parte de fortaleza para superar todas esas barreras que te llenaron de frustración. Defiende tu derecho a vivir en tranquilidad y dile adiós a esos problemas que marchitan tu mirada, ¿te decides a hacerlo?

Con toneladas de amor...
© Lluvia