¡Gracias mamá!

Cada mamá es el cielo para sus hij@s: su amor siempre permanece en nuestros corazones a pesar del tiempo y las distancias. Cada madre es muestra de la grandeza del amor, a ellas gracias por existir, por ser únicas y hacernos sentir los seres más especiales del mundo.

Mamá nos prestó sus alas cuando no teníamos unas.

¡Todas las madres son las mejores!
¿Por qué habríamos de elegir una como la mejor? Es incalculable el esfuerzo que cada madre hace para luchar por sus hij@s y construir una familia, cada una a la medida de sus posibilidades; pero a pesar de las dificultades, siempre se las arreglan para dibujar una sonrisa en los seres que aman, ¿no es ello digno de admirar?

Siempre debemos agradecer a nuestras madres.
¿Qué sería de nosotr@s sin ellas? Todo en cuanto somos se los debemos; tal vez el orgullo nos haga pensar que nuestros triunfos son sólo nuestros, pero es innegable que sin la mano cariñosa que nos educó y aún sigue haciéndolo, no hubiésemos podido alcanzar absolutamente nada. Ellas no solamente nos dieron la vida, también la siguen construyendo diariamente a nuestro lado.

Con errores y aciertos: te agradezco mamá.

¡Te agradezco por todo mamá!

No podemos olvidar algo: las madres también son humanas y no están exentas de errar; quizá discutamos con ella y a veces la relación no sea fácil, pero las discusiones, los desacuerdos, o los problemas, no pueden borrar todo lo bueno que nuestras madres han hecho por nosotr@s. Incluso, esos errores que ellas humanamente cometieron, sirvieron para educarnos, formarnos, y enseñarnos a ser mejores personas.

¡Valoremos a nuestras madres!
Demostrémosle a mamá lo mucho que le valoramos y abrámonos paso para decirle que le agradecemos por todos los años que nos ha dedicado, por sus noches en vela esperando nuestro regreso, por los cuidados que tuvo cuando nos enfermábamos, por los regaños que tantas veces nos dio, o simplemente, digámosle gracias por existir.

¡Gracias mamá!
Hoy y siempre gracias mamá, porque es por ti que he conocido el verdadero amor y he aprendido que la perfección sí existe: tiene tu nombre, tu rostro y tu corazón.

Y con más amor todavía, para mí Lucerito de mamá, la más bonita del planeta tierra y sus alrededores.

Con toneladas de amor...
© Lluvia